– Vivienda nueva: Son las denominadas viviendas de nueva construcción, ya que nunca se han transmitido a terceros.

– Vivienda de Segunda Mano: Son viviendas que tras su construcción han sido transmitidas a terceras personas en algún momento.

-Vivienda protegida: Son viviendas destinadas a la población con dificultades de acceso a un hogar. Se requiere cumplir con una seria de requisitos para acceder.

– Préstamo hipotecario: Los bancos pueden ofrecer hasta el 80% del valor del inmueble con este producto bancario. El 20% de importe restante, debe proceder de los ahorros del comprador.

– Pago al contado: El comprador del piso desembolsa la totalidad del precio del inmueble al vendedor. Normalmente se efectúa en el momento de la escritura.

– Subrogación hipotecaria: Esta figura supone cambiar la titularidad del deudor de la hipoteca, adquiriendo los deberes y derechos del anterior.

Cuando te hayas enamorado de un inmueble, es muy importante conocer al máximo todo lo que se encuentra en los alrededores, así como, inspeccionar el estado no solo de la vivienda, sino de la comunidad, barrio, distrito, etc.

Es muy importante valorar los servicios que vamos a tener a disposición en las zonas próximas a la ubicación de la vivienda. No pierdas de vista, analizar los medios de transporte disponibles, los colegios, hospitales. supermercados, bancos, tiendas, etc…

– Particulares: Personalmente gestionaras la compra directamente con el propietario. Deberás tener cuidado en la negociación a nivel técnico y legal,  ya que no contaras con el asesoramiento profesional.

– Bancos: Adquirir una vivienda gestionada por una entidad bancaria, favorece a la hora de obtener mejoras en los productos financieros que podamos necesitar.

– Inmobiliaria: Una consultora Inmobiliaria te asesora y aconseja durante todo el proceso de compra. No solo te mostrará los inmuebles afines a tus necesidades sino que gestionará todo el proceso de negociación y cierre de la operación.